Las células fotovoltaicas son conocidas por todos, pero uno de los grandes inconvenientes que presentaban hasta ahora era su colocación, ya que en la mayoría de los casos quedaban adosados al edificio en paneles independientes, pero hoy en día ya se practican diversas soluciones que permiten integrar la obtención de energía eléctrica del sol con la estética del edificio. A experimentos como el de la Biblioteca de Mataró (Barcelona), que integra las células en fachada, consiguiendo un agradable espacio interior, se suma ahora la teja fotovoltaica, que permite cubrir toda la superfície de cubierta como si se tratara de tejas convencionales, pero con la ventaja de que estas no absorben la luz solar para achicharrarnos bajo la cubierta, sino para encendernos el ordenador. Un interesante cambio que se está llevando a cabo en varias poblaciones de Gran Bretaña por la empresa SOLAR CENTURY.
Las células fotovoltaicas son conocidas por todos, pero uno de los grandes inconvenientes que presentaban hasta ahora era su colocación, ya que en la mayoría de los casos quedaban adosados al edificio en paneles independientes, pero hoy en día ya se practican diversas soluciones que permiten integrar la obtención de energía eléctrica del sol con la estética del edificio. A experimentos como el de la Biblioteca de Mataró (Barcelona), que integra las células en fachada, consiguiendo un agradable espacio interior, se suma ahora la teja fotovoltaica, que permite cubrir toda la superfície de cubierta como si se tratara de tejas convencionales, pero con la ventaja de que estas no absorben la luz solar para achicharrarnos bajo la cubierta, sino para encendernos el ordenador. Un interesante cambio que se está llevando a cabo en varias poblaciones de Gran Bretaña por la empresa SOLAR CENTURY.
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