EL AUTOGIRO: Precursor del Helicóptero
Hoy se cumplen 115 años del nacimiento del inventor del autogiro (precursor del helicóptero).
La idea de crear un “helicóptero” ya venía de lejos. Ya Leonardo da Vinci en 1493, diseñó una máquina voladora con rotor helicoidal.
Este invento se lo debemos al polifacético murciano Juan de la Cierva y Codorníu (1895-1936). Estudió ingeniería de caminos canales y puertos e incluso ejerció de político, ocupando un escaño en las Cortes en un par de ocasiones (1919 y 1922).
Siempre le entusiasmó la aeronáutica, disciplina que simultaneó con sus estudios. Junto con un par de compañeros, creó una sociedad y con 17 años, consiguió hacer volar un avión biplano. Con 21 años, empezó a realizar proyectos para construir planeadores. 3 años después y tras estrellar un biplano experimental con 3 motores y alas fijas, le vino la chispa. Empezó a diseñar aviones con alas giratorias (acopladas al rotor).
No fue un camino de rosas. Sus tres primeros prototipos (los Cierva C.1, C.2 y C.3) fracasaron. Tras cambiar los rotores fijos por otros articulados consiguió que su autogiro C.4 se elevara unos 200 m en 1923, en primera instancia, y poco más tarde consiguió recorrer 4 km en aeródromo de 4 vientos (Madrid) a una altura de 30 m, en unos 4 minutos.
Esto ya iba en serio y a partir de ese momento, contó con la subvención del gobierno español.
En 1925 se trasladó a Gran Bretaña y creó la compañía “La Cierva Autogiro Company Ltd.” e hizo demostraciones de su autogiro en Estados Unidos, Francia, Italia y Alemania.
En la década de los 30 fue utilizado con fines militares, agrícolas y de exploración.
La guerra civil hizo que prácticamente todos los autogiros desaparecieran, pues eran militares y no era fácil obtener repuestos, que venían de Inglaterra.
A partir de 1936 se paraliza la investigación en el autogiro y se prioriza el desarrollo del helicóptero. En 1937, Henrich Focke construye en Alemania el primero.
Murió prematuramente a los 41 años, curiosamente en accidente de avión (en el despegue de un vuelo en el aeropuerto de Croydon, en Londres).
Ya en vida, de la Cierva tenía numerosos reconocimientos y distinciones: Caballero de la Orden Civil de Alfonso XII, Cruz de Caballero de la Legión de Honor de Francia, Medalla de Oro de la Federación Aeronáutica Internacional, etc, habiendo impartido numerosas conferencias en los más prestigiosos círculos científicos y técnicos de la época, recibiendo diversos premios extranjeros y nacionales. El propio la Cierva fue reconocido y elogiado por el mismo Thomas A. Edison (quien había solicitado una demostración especial del aparato), y por Henry Ford, con la entrega de la Medalla de Oro Guggenheim en la Exposición Internacional de Chicago, ante una nutrida concurrencia de 10.000 ingenieros.
Actualmente, en su honor, hay calles y plazas por toda España recordándole. Un buen montón de I.E.S. llevan su nombre, el antiguo Ministerio de Educación y Ciencia instauró en 2001 el Premio Nacional de Investigación “Juan de la Cierva”, e incluso hay un Subprograma “Juan de la Cierva” del Ministerio de Ciencia e Innovación, con ayudas para la Investigación y Desarrollo.
Fuentes: Wikipedia, Centros5.pntic.mec, Lo mejor de Murcia, Revista Ingenio.
0 comentarios