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¿QUIERES TENER UNA MEMORIA DE ELEFANTE? PUES CÚRRATELA.

¿QUIERES TENER UNA MEMORIA DE ELEFANTE?     PUES CÚRRATELA.

             Para estudiar, es fundamental razonar y buscar relaciones entre los contenidos, sin embargo, también es necesario memorizar determinados datos.

 

             Se puede tener cierta facilidad para retener las cosas, pero lo que está claro es que con una buena técnica los resultados serán mejores y más rápidos. Ya no vale la excusa de que “no se me queda”. También tenemos que poner de nuestra parte…

 

             Para fijar bien lo que estudiamos, lo mejor es escribir y repetir.

 

             En ocasiones leemos una y otra vez un párrafo y somos incapaces de repetirlo. Que no cunda el pánico. Todos los estudiantes se han encontrado alguna vez con la obligatoriedad de memorizar una materia determinada y se han sentido incapaces de conseguirlo.

 

             La memorización es un proceso que comienza desde el mismo momento en el que se lee por primera vez un texto y que se prolonga hasta el momento en el que hay que demostrar que hemos comprendido y retenido dicha materia.

 

             Para memorizar es esencial estar en unas condiciones óptimas, tanto de actitud como de situación. Seguir estos pasos te ayudará:

 

Lugar:

 

Un sitio tranquilo nos ayudará a sentirnos a gusto para realizar una operación mental que requiere cierto esfuerzo.

 

Tiempo:

 

Algunos estudios afirman que antes de dormir es un buen momento para fijar conceptos. Naturalmente, lo mejor es ponerse cuando se está descansado. Haz pausas entre bloques para darte tiempo a asimilar cosas diferentes.

 

Atención:

 

Hay que poner todos los sentidos y tratar de entender el texto. Una lectura en la que se haga el esfuerzo de entender es más eficaz que cinco lecturas superficiales.

 

Comprensión:

 

Es muy difícil intentar repetir como un papagayo algo que no sabemos qué significa. Está comprobado que permanecerá en la memoria a corto plazo. La comprensión de los conceptos, primero de forma individual y luego relacionados entre sí, hace más sencilla la memorización.

 

Asociación:

 

Cuantos más conocimientos relacionados con el tema tengamos, más fácil será recordarlo. Podemos pensar con ejemplos, contextualizar los conceptos con otras informaciones que conozcamos e incluso ponerles imágenes. La memoria visual es uno de los recursos más efectivos.

 

Clasificación:

 

Es importante agrupar conceptos y establecer categorías. La materia es un mundo, pero se puede dividir en submundos. Haz un esquema separando bloques en orden. De esta forma tendrás un número determinado de ideas que tienen relación entre sí. Saber una te llevará fácilmente a acordarte del resto.

 

Fijación:

 

Para completar el proceso lo mejor es escribir y repetir. Vuelve a leerte los textos, esquemas, resúmenes, ejemplos... y trata de escribir y repetir lo que has aprendido. Comprobarás que no sólo has memorizado, sino que también has comprendido y adquirido los conocimientos.

 

 

Fuente: 20minutos.

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